♫...Encerrado en un cuerpo equivocado, con mil llagas en las manos, luchando por vivir dentro del huracán que le atropella, que le asfixia y que le atrapa, que tanto le hizo sufrir...
...Lo importante era al fin su manera de sentir...
...El viento va peinándote, sé que es posible que esconda su amor bajo un rincón sin dejarse ver...♫
Al fin esas palabras tan simples, pero complicadas a la vez, fueron pronunciadas por mi boca...
Fui, y soy tan feliz, ¡tan feliz!, de decírtelo yo, de que no fuese como siempre, que te enteraras por otros labios... por rumores... por descuidos...
Temí, ¡cómo temí! tu reacción... intenté mirarte a los ojos, pero el rubor en mis mejillas no me permitió sino murmurarlo, agraciadamente todo estaba en silencio...
No fue, y posiblemente no es fácil para tí, lo sé... Intentaste ocultar esa lágrima errante, pero la ví, y la sentí...
Yo también estuve a punto de soltar una... pero resistí, aunque muchísimas ya hubiesen sido derramadas dentro de mí...
Pero te agradezco ¿sabes?, tu manera de expresarte ha cambiado... Lo he notado...
Apaciguaste, incluso me atrevo a asomar que acallaste dentro de ti, una reprimenda, un 'se te pasará', un '¿por qué a mí?, posiblemente porque entiendes que es una condición con la que se nace, posiblemente porque no ves productivo decirme algo como eso...
Estoy segura que nunca imaginaste que vivirías esto... así que, gracias por el halago, pero la valiente no soy yo, eres tú...
Se quedará corto, no es suficiente para expresar la mezcla de emociones que me embarga desde ese día en adelante, pero lo diré, pues es la manera más simple de expresarlo:
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