Carta a mi Corazón Destrozado

A ese pedazo de mí que queda, ocupando un reducido pero necesario espacio, que se encuentra ya desfigurado de las miles de cicatrices que le he proferido por no prestar atención, por confiar de más, por depositar ilusiones y construír sueños en bases inestables..

No importa el contexto, hay un factor constante, que ya comienza a llenar de una densa niebla gris mi alrededor: es vacío, ese vacío infinito, frío, monótono, lúgubre y detestable.

Igual da que sigas latiendo, si ya no sientes nada... Puedes dejar de hacerlo cuando quieras... Me atrevo a asomar que sería más productivo de esa forma...

¿Qué es ese estado neutral que deriva de mi vacío? ¿Por qué debe doler tanto? ¿Cómo logro desaparecerlo? ¿Cuánto tiempo se puede vivir soportándolo? ¿Cuál es la idea de involucrar a quienes amo en ese círculo de desastres internos? ¿Qué debo dar para liberarlos a ellos? ¿Mi sangre? ¿Mis lágrimas? ¿Mi dolor? ¿La vida entera? De cualquier modo, puede que no valga mucho, y de igual forma lo doy todo sin pensarlo, no me importa... Pero sólo mátame a mí..

Sólo un favor: permíteme lograr dejar en ellos una marca tan profunda que no pueda borrarla el tiempo, las heridas o la llegada de alguien más.. permíteme compartir el mayor tiempo posible con ellos, para que sus memorias queden impregnadas eternamente de un aroma distinto, un aroma que al asomarse ligeramente en sus vidas pueda suponer aunque sea un dejo de recuerdo y afecto..

De mí quedará una sombra, menor a la que ya constituyo, y de mis palabras, los registros, al igual que de mi voz, que como una sutil melodía viajará entre las barreras de los mundos individuales, bajando incluso a lo recóndito de sus infiernos, realizando mi meta a gran escala: mi utopía de felicidad.

Es increíble la cantidad de lágrimas que se han derramado en mi alma, que mi seco y frío rostro no ha podido recrear.. 

Y se dice que estas duelen mucho más que las exteriores..

Creo que es cierto..

Y se dice que es sincero y puro el dolor de quien sufre y llora en silencio..
Pues no sé qué tan puro pueda ser, pero esto que llevo dentro es lo más sincero de mi espíritu, y, en silencio, mantengo una sonrisa firme, una vez más, con el fin de mantener un orden, una estabilidad en mi entorno..

Y así, mi vida se reduce a mantenerlos felices.. y soy feliz así..

Aguantar agonías equivale a un crecimiento personal...

Al menos siento dolor..
Al menos sé que no estoy sola del todo..