viernes, 15 de octubre de 2010

Brownie..

No, no voy a darles la receta, no es el nombre de mi mascota ni es alguien en especial. Tampoco estoy a un paso del manicomio (o tal vez sí, pero saben a qué me refiero..), todo tiene explicación..

Hoy fue un día algo pesado, uno de esos días en los que, desde que despiertas, sabes que irá mal. Y así fue.


Entre carreras, motorizados, malas contestas, indiferencia, pasó el día, en un constante intento por hacerme perder la poca paciencia que tenía. Llegó un punto en el que tuve que bloquear, como de costumbre, mis pensamientos, pero al costo de que los 'buenos pensamientos' también fuesen bloqueados.. terminé sumida en lo que llamo 'estado neutro', y, de verdad, es la sensación más desagradable (al menos para mí..): vacío infinito, sin dolor, pero sin alegría.


Me encerré, lo admito, a sabiendas de que no es la mejor opción en estos casos.. lo único que logra es incrementar notablemente mi vacío. Pero sí, lo hice. Al final, quedé en uno de los peores 'estados neutros' que he tenido.. y desde el fondo de mis deseos apareció lo que parecía ser la solución: hacer dulces.


Por raro que parezca, es la única cosa, aparte de la buena música, que logra animarme al punto de 'llenar' ese espacio. El problema principal, recaía en que a mis deseos repentinos también les gusta probarme.. deseaba un tipo específico de dulce: brownie de chocolate (siendo una confesa adicta a este manjar de dioses, no se podía esperar menos).. y ¡oh, sorpresa! no había chocolate en mi casa.. Excelente, deseos imprudentes..


Aquí es donde la entrada anterior hace su aparición: me pidieron un favor, me lo pagaron con chocolate ¿hace falta más explicación? Inmediatamente, cual adicto a su droga, me volqué, con desesperación a preparar lo que, en menos de una hora sería el sedante ideal, el catalizador de mis buenos recuerdos.


Cabe acotar que quedaron muy bien, y es la primera vez que los hago, y considerando mi desesperación.. Tal vez algún día comparta con los habitantes de Mi Mundo lo que hoy fue mi salvación.

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